Control del jacinto de agua (Eichhornia crassipes (CFP Mart.) Solms-Laub.) requiere una gestión bien planificada, que implica:
- determinación del área invadida;
- identificación de las causas de la invasión;
- evaluación de impacto;
- definición de prioridades de intervención,
- selección de metodologías de control adecuadas y su aplicación.
Luego de aplicar las metodologías adecuadas, es fundamental monitorear su efectividad y la recuperación de la zona intervenida. Las metodologías de control pueden ser de naturaleza física, química o biológica.
Control físico
La retirada se realiza de forma manual o mecánica con cosechadoras mecánicas o aspiradoras. También se utilizan barreras flotantes para contener a las especies dentro de un área pequeña.
Es la metodología preferida, pero para asegurar el éxito es fundamental que no queden grandes fragmentos en el agua.
Control químico
En este tipo de control se utiliza la aspersión foliar de herbicida. Es un método costoso, sólo temporal y con efectos en otras especies no objetivo. Además, su eficacia depende mucho de la edad y estado fenológico de las plantas y de la temperatura. Si no se aplica en el momento adecuado, puede dar lugar a niveles muy bajos de éxito.
Control biológico
Existen varios agentes de control biológico (artrópodos y hongos) que se han utilizado con éxito, a saber:
- Eccritotarsus catarinensis – chupador de savia;
- bruchi neochetina Hustache y Neochetina eichhorniae Warner – que se alimentan del interior de los tallos;
- Niphograpta albiguttalis Warren (Lepidoptera: Pyralidae), que se alimenta de pecíolos;
- Ortogalumna terebrantis Wallwork – que se alimenta de hojas;
- Cercospora rodmanii – provoca lesiones en hojas y pecíolos.