El jacinto de agua (Eichhornia crassipes (CFP Mart.) Solms-Laub.) crece extremadamente rápido: en las condiciones adecuadas, puede duplicar su población en solo 5 días. La tasa de crecimiento es mayor cuando las condiciones climáticas son más favorables, lo que ocurre en primavera. En el período otoñal el crecimiento es más lento debido al descenso de la temperatura. Puede sobrevivir en tierra cuando hay mucha agua disponible.
Se reproduce fácilmente de forma vegetativa, a través de rizomas o pequeños fragmentos que pueden dar origen a una nueva planta. Cada fragmento puede ser arrastrado por la corriente y originar nuevos focos de invasión lejos de la población original.
También se reproduce por semilla. Las semillas mantienen su viabilidad por largos periodos (hasta 20 años). Estas semillas, al ser de pequeño tamaño, son fácilmente arrastradas por la corriente o dispersadas por las aves acuáticas.
Sus lugares preferidos son los canales de riego, ríos, lagos y arroyos de represas. No crece en agua salobre y la salinidad limita su distribución.
Su desarrollo se ve favorecido por aguas ricas en nutrientes, principalmente nitrógeno, fósforo y potasio.
Es considerado uno de los peores invasores acuáticos del mundo.
– Impacto en el ecosistema
Tiene la capacidad de formar esteras que pueden cubrir completamente la superficie del agua, lo que provoca cambios en el medio ambiente acuático, a saber, la disminución de la calidad del agua, la biodiversidad (fauna y flora acuática), la cantidad de luz disponible.
- Impacto económico
Su desarrollo conduce a la obstrucción de los canales e impide la navegación. La aplicación de medidas de control y mantenimiento de los equipos de riego por donde entra conlleva elevados costes.